Templo de Mármol (Wat Benchamabophit)
69 Nakornpathom Road, Khwaeng Dusit, Khet Dusit
El Templo de Mármol de Bangkok es la perla auténtica de la arquitectura moderna de Tailandia. Es la sagrada más joven y una de las más bellas de la ciudad que entra en la lista de los lugares de interés más visitados de la capital. Su nombre en tailandés “el Monasterio del quinto Rey” hace una referencia a Rama V de Tailandia que a finales del siglo XIX encargó la construcción del convento. El monarca fue el gobernador más amado en la historia del país, y los thais siguen honorándole y creen que respetando el Rey, ellos obtienen la benevolencia de los dioses y la suerte.
El proyecto del edificio único fue hecho por el hermano de Rama V, príncipe Naris, que fue un buen alarife. El propio rey andaba controlando la construcción e ideó elementos de decoración original. Sorprendente por su elegancia y hermosura excepcional el Templo de Mármol está elevado con el mármol de Carrara traído de Italia. Tal adorno de paredes y patio le cimentó su atractivo. Otro elemento muy encantador del monasterio es la cubierta de tres niveles, adornada con azulejos chinos, y decoración elegante.
El conjunto ecléctico cuenta con todos los estilos y corrientes del arte tailandés, asimismo distintos géneros arquitectónicos chinos, tibetanos y japoneses. El recinto principal, el más fascinante, del Templo de Mármol es de forma redonda. Sus paredes están adornadas con las imágenes de antiguos dioses y animales mitológicos. Dos leones de mármol blanco protegen su entrada. Justo aquí está el principal tesoro del templo: localizada en el altar central la estatua de Buda de tamaño natural, cuya fabricación fue vigilada por el propio rey. Además, la sala central cuenta con las cenizas de Rama V.
Decorado con las placas de mármol el patio del convento está rodeado por la galería de más de cincuenta estatuas de Buda de distintas épocas y estilos. Éstos fueron traídos acá desde todos los monasterios de Tailandia. Una peculiaridad más del patio del Templo de Mármol es el árbol Bodhi, según dicen su semilla fue llevada desde la patria de Buda.
A diferencia de otros templos tailandeses, esta sagrada no está rodeada por la muralla sólida, sino por rejas de metal. Así se puede contemplar el parque con fuentes, claros agradables y bancos para meditación. Aquí habitan las tortugas consideradas sagradas por los tailandeses. Los bichos simbolizan la sabiduría y la longevidad. Dicen, para retornar a Bangkok uno debe comprar la tortuga, rascar su nombre en caparazón, y dejarla en uno de los estanques. Al lado del templo está trazado el canal donde habitan los sagrados siluros que sorprenden por sus tamaños, ya que su peso puede ser hasta de 100 kilos.
Detrás del canal está la plaza con tambores antiguos que representan un prototipo del reloj. En las épocas antiguas, tocando tambores los monjes informaron a los ciudadanos que hora era. Cada instrumento tiene su tono musical que corresponde a todas las horas del día o noche. Detrás de la plaza de tambores, están emplazadas las celdas de monjes, sin embargo, los turistas están prohibidos de acceder allí para que no les molesten rezar y meditar.