Canales de Bangkok
Una de las razones primordiales del aspecto encantador y ambiente impecable de Bangkok es el río Chay Phraya, que nacido en los montañas del norte lleva sus aguas de color amarillo oscuro a la capital, y luego al golfo de Siam, y sus numerosos canales que como los vasos atraviesan el cuerpo masivo de la urbe. Los klongs, según los llaman thais, hace mucho convirtieron en el símbolo de Bangkok y merecen ser visitados, así como palacios reales, elegantes templos budistas, museos insólitos y mercados vibrantes.
El río Chao Phraya cuyas orillas albergan la ciudad de Bangkok es una fuente de la fuerza vital para la urbe. Es la principal arteria acuática de Tailandia. A finales del siglo XVIII, los birmanos destruyeron la antigua capital de Siam, Ayutthaya, y el rey Rama I decidió emplazar la nueva capital en el meandro inferior del río, en Thonburi, el distrito que actualmente forma parte de Bangkok. Los canales aparecieron mucho más antes que las carreteras, ya que la urbanización de la capital actual fue inspirada en la antigua donde los klongs habían desempeñado papel de las arterias principales de transportación y habían servido de calles por las cuales habían navegado miles de barcas. Debido a la enorme red de los canales a Bangkok muy a menudo le llamaron la Venecia del Este.
Ese apodo dejó de ser corriente en el siglo pasado con el desarrollo vertiginoso de la urbe. Entonces, la mayoría de los klongs fue eliminada, y reacondicionada como carreteras. Sin embargo, los canales que no dejaron de existir sieguen desempeñando un papel importante en el sistema de transporte de la urbe. Además, representan un valor relevante para los huéspedes de Bangkok que puedan aprovechárselos para sumergirse en el ambiente auténtico de la urbe y ver la vida cotidiana de los thais ordinarios.
La opción más barata es el barco público que corre por el río Chao Phraya y sus klongs. Uno puede navegar admirando las barcazas y lanchas que transportan arroz, templos antiguos y casas de madera, detrás de las cuales se ven los rascacielos modernos que albergan oficinas, bancos, centros comerciales y hoteles lujosos. Además, los barcos públicos son una de las opciones más rápidas y más cómodas del viaje, además brinda la posibilidad de ver todas las contradictorias de la urbe. Es mejor aprovecharse del barco que permanecer en los famosos atascos capitalinos, y es cómodo porque la briza fluvial apaga el calor agobiante de Tailandia.
Otra variante de examinar las arterias acuáticas de Bangkok es alquilar la popular lancha reua hang yao. Las estrechas y largas lanchas con numerosos asientos y aleros contra el sol pueden pasar no sólo por el Chao Phraya, sino por los densos klongs. Eso permite entrar en los barrios más vistosos que están construidos en el agua.
Además, se puede emprenden una travesía por los canales en los taxi acuáticos, adquiriendo un klong-tour, o comprar la travesía fluvial –la variante más cara–.